¿La minería merece?ㅤㅤㅤㅤㅤ

Actividad donde, como regla general, avanzan 100 toneladas de mineral ROM y regresan 600 (o más), en correas o tuberías, como cargas circulantes;

Donde el mineral seco se convierte en pulpa y luego se espesa, se filtra y se seca nuevamente, incluidos los relaves;

Donde el “polvo” se derriba con agua pulverizada (en lugar de extraerlo en seco y desechar) y, al final, se gasta mucho en clasificar, flocular, sedimentar, filtrar y secar nuevamente las “lamas”;

Donde todo lo que sale de la mina se “muele y se flota”, ampliando concentradoras y procesando cada vez más ganga (con la caída de las leyes), para producir lo mismo;

Donde los fabricantes globales de equipos toman la iniciativa de pensar, discutir, diseñar, orientar e incluso dar a conocer cuál sería la “minería del futuro”;

Cuando los accionistas de las empresas mineras tienen participaciones cruzadas con empresas proveedoras, a veces también a nivel local;

Donde aumentan las restricciones ambientales, las leyes en los yacimientos caen y los costos de producción de miles de empresas mineras (que producen lo mismo) se triplican y, al mismo tiempo, los ingresos crecen para los proveedores, que se agrupan globalmente;

Donde producir más con menos se ha convertido en producir lo mismo con más y más;

Donde, por inseguridad o desconocimiento, los proyectos se protegen con onerosas medidas “conservadoras”, ignorando los ahorros que se derivan al pensar “fuera de la caja”;

Donde las tragedias ambientales se convierten en máquinas publicitarias y discursos ESG, donde parte del dinero para la prevención y/o compensación de daños se utiliza para mejorar la “reputación” del responsable;

Donde se extrae y exporta mineral o concentrado y, en lugar de verticalizar la producción mediante el refinamiento del producto o promover actividad industrial, los esfuerzos se dirigen a generar una “economía circular” de baja relevancia, re beneficiando relaves;

Donde, ante tragedias ambientales por exceso de relaves, se discute la mitigación de las consecuencias en lugar de combatir las causas, lo que reduciría la generación de relaves finos;

Donde se “tortura” el mineral con la tecnología del proveedor, sin caracterizarlo correctamente y evaluando lo que realmente necesita cada mineral, caso por caso;

Donde la ingeniería local fue arrollada por el gigantismo de la ingeniería global, que viene copiando, desde hace décadas, proyectos que “muelen y flotan todo”;

Donde la creatividad y los sólidos conocimientos académicos se estancaron en los años 70/80, quedando a remolque de la tecnología global del proveedor;

Donde la ingeniería de procesos está siendo reemplazada gradualmente por el mundo “digital”, que esconde en cajas negras lo que no sabe;

Donde los especialistas de TI/AT se apoderan de los entornos corporativos, con sistemas “nave madre”, impulsando la “tecnología digital” de arriba hacia abajo;

Donde, además de lucrar con el exceso de ganga en el mineral, el “mercado” incentiva nuevos gastos en relaves, destacando maliciosamente diversas “utilidades” para la construcción civil o publicitando la existencia de “tesoros” dentro de las represas.

Ante este panorama, el beneficio de los minerales, salvo rarísimas excepciones, sigue siendo un arte para los operadores, un eterno desafío para los investigadores y un excelente negocio para los proveedores de equipos, servicios e insumos, unidos en muy pocos grandes grupos que saben exactamente qué quieren y hacia dónde van, ya que son ellos quienes diseñan nuestro futuro.

Parte de la minería, por las razones antes señaladas, cambió de “core business” y hoy se encuentra en la categoría de fotocopiadoras o mata mosquitos a batería, donde el “negocio” pasó a manos de los proveedores de la tinta (tóner) y de Baterías de 9V.

Así, respetando la existencia de honrosas excepciones, consideramos que parte de la minería merece los cientos de “noticias” que a diario se dan a conocer en el entorno minero, muchas de ellas probablemente “disparadas en paquete” y dirigidas como adoctrinamiento y/o como maniobra de distracción para los que piensan que todavía entienden algo sobre el tema.

MOPENEWS

Comments
  • Chuata colega… con ventilador. Aunque no encuentro muchos argumentos para rebatir esta lógica loca que tan bien describes, y que sin duda hay que cuestionarse y te felicito por planterar el tema, pondría algunos matices en esto de “moler y flotar todo”. No es tan así. En general lo que es malo se va al botadero y lo bueno se envía a proceso. Existe, por ende, al menos la intención de una selección para evitar el “moler y flotar todo”. Digo bien “la intención” porque a menudo hacer esa separación no es tan evidente, sobre todo en las zonas de transición mineral/lastre, donde no se sabe si el material es bueno (para proceso) o malo (para botadero). Yo creo que es ahí el problema y es ese el nicho que aprovechan los fabricantes globales para entrar en la lógica perversa del gigantismo. Creo que la clave está en ser capaz hacer las buenas selecciones en las zonas de incertidumbre, y eso pasa por usar tecnologías que aun no están del todo desarrolladas o implementadas.
    Una de esas tecnologias es por ejemplo conocer en tiempo real el cut-off grade del material que está cargando la pala (no confundir con medir el cut-off grade que se mide en la pala), para decidir su destino.

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