¿Minería Sustentable?ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ

Vivimos en la era ESG (métricas sociales, medioambientales y de gobernanza), cuyo movimiento global ha ejercido presión sobre varios sectores de la economía para ofrecer algo más allá de la rentabilidad como mensaje a la sociedad. Basado en un concepto de economía verde, la agenda ESG sería una especie de transición hacia un capitalismo menos salvaje. Con un pasado reciente no muy ejemplar, la minería ha estado bajo presión de sus accionistas para lograr niveles satisfactorios de sustentabilidad acordes con esta agenda.

Detrás del discurso, uno de los principales problemas reales que ha enfrentado la minería es la paulatina disminución del contenido de los depósitos, lo que la ha obligado a tratar cada vez más mineral para producir la misma cantidad de producto. Es decir, generar cada vez más residuos, además del aumento proporcional del consumo de agua, energía, reactivos, etc., ejerciendo presión sobre el medio ambiente y aumentando el riesgo de desastres ambientales.

Imagem internet: Pawel Kuczynski

A pesar de la urgencia de esta agenda, aún no existen iniciativas coordinadas para abordarla y la industria minera invierte solo para mantener o compensar. La minería de cobre chilena, por ejemplo, ha invertido más de US $ 100 mil millones en los últimos diez años, manteniendo prácticamente la misma producción de cobre fino en ese período. Las principales movilizaciones de las grandes mineras, aunque existen excepciones, han sido mitigar consecuencias relacionadas con la reputación y no solucionar técnicamente el problema central anterior, que permanece intacto, recibiendo absurdamente en las concentradoras todo y cualquier material que sale de la mina, como si fuera una imposición divina. ¿A quién le interesa todo esto?

Los riesgos que representa el statu quo técnico / operativo aún no parecen ser conocidos por los accionistas, preocupados por la sustentabilidad subjetiva de sus inversiones. Garantizar la seguridad de los depósitos de relaves no hace que la discusión sobre la solución que podría reducir significativamente la generación de relaves finos sea una prioridad. Los dos frentes no son mutuamente excluyentes.

El compromiso público asumido por IBRAM (Instituto Brasileiro de Mineração) en septiembre de 2019 indica una reducción en la generación de relaves dentro de su plan de acción. Hay casos de éxito en el abordaje de este problema en Brasil, pero el sector necesita estudiar y aplicar estas iniciativas con mayor intensidad, de lo contrario estaremos asumiendo riesgos grandes y “reales” al dejar todo como está hoy, invirtiendo solo en la reputación corporativa a través de discurso y dejando el principal problema técnico como una bomba de tiempo.

Actualmente, toda la atención del sector parece estar centrada en acciones encaminadas a recuperar su reputación, incluidas las acciones afirmativas de género que han surgido recientemente. Una coalición en torno a las directrices ESG, cuyo propósito es asegurar la sustentabilidad de la cartera de activos de los grandes grupos de gestión de inversiones, está consumiendo toda la energía de la industria, que ahora necesita demostrar a sus accionistas, a través de resultados concretos, que es posible hacer minería de una manera efectivamente sustentable. La pregunta es: ¿cómo será esto posible, si ni siquiera se ha discutido la causa estructural que ha generado los actuales problemas de reputación?

Es necesario cuidar todos los frentes con el mismo entusiasmo y sentido de prioridad, en la tecnología mineral y en el discurso. No es recomendable que un barco salga al mar con el casco rajado, tanto por el peligro inminente de hundirse como por el peligro de que la sociedad perciba lo que hay realmente detrás de ese discurso, hundiendo así la reputación junto con el propio barco.

MOPENEWS

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