Mujer en la Mineríaㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ

Por razones históricas, que afortunadamente se encuentran en un proceso de transformación gradual, la participación de la mujer en la minería (así como en otras profesiones técnicas) ha sido muy baja, aunque ha aumentado en los últimos años.

La situación de la mujer en el mercado laboral es el resultado de una mayor participación en la vida económica y social, por iniciativa propia, y se da como resultado de una base o apoyo que se remonta a los años de la educación secundaria y superior, en la época en que rara vez se veía una mujer en las facultades de ingeniería. Imaginamos que ese número aumentará a cada año.

Algunos Números

Actualmente, 25% de mujeres estudian en la escuela de ingeniería de minas de la Universidad de Chile. El 57% de los estudiantes matriculados en instituciones de educación superior en Brasil son mujeres.

En los cursos de graduación en carreras de ingeniería en la UFMG (Universidad Federal de Minas Gerais), la participación femenina aumentó de 17% en 2005 (15% en ingeniería de minas), a 33% en 2014 (36% en ingeniería de minas) y 31% en 2017.

Mapa do Ensino Superior aponta maioria feminina e branca

Mulheres na Engenharia: uma análise da representatividade feminina na Escola de Engenharia da UFMG

En 2012, VALE tenía un 13% de mujeres en su organización. En 2019, VALE aún mantuvo la misma tasa del 13%.

CODELCO, la mayor minera chilena, contaba con 1.657 mujeres en sus filas (año 2015). Esto equivale al 8,7% del total de CODELCO, frente al 7,7% del promedio de la industria chilena. En 2019, CODELCO contaba con 1.780 mujeres en su organización, aumentando levemente la participación femenina en la empresa, hasta el 9,9%.

En otras palabras, en el mejor de los casos, hubo un ligero aumento en la participación femenina en el mercado laboral, apalancado por el avance general de las mujeres en todos los segmentos y la mayor proporción de estas en las escuelas de ingeniería. En los puestos ejecutivos, la participación femenina sigue inexpresiva, más hoy tiende a aumentar.

Los movimientos recientes del “mercado”

Probablemente por las razones discutidas anteriormente, VALE anuncia un objetivo audaz (y no menos justo) de duplicar la proporción de mujeres que trabajan en la empresa para 2030, del 13% al 26%. Recientemente, VALE informó que “100% de mujeres” operarán una especie de planta piloto que trata relaves. Ambas noticias son justas y positivas, aunque, según el cuadro que aquí se presenta, parecen abordar acciones con una finalidad distinta a la que busca reconocer la legitimidad de las mujeres para ocupar su espacio en el ámbito laboral. Algunas mineras chilenas también parecen acelerar esta agenda en 2020

Una agenda que privilegia la imagen y reputación de la empresa debe siempre llevar en cuenta la correcta selección de ejecutivos técnicamente competentes, de ambos sexos, para resolver los graves problemas técnicos y financieros que afligen a la minería.

¿Por qué ahora?

¿De repente en 2020, el sentido común cayó sobre la cabeza de todos y nos hizo ver que estábamos viviendo un modelo prejuicioso e injusto en relación a ellas? ¿Tendríamos que compensarlo rápidamente?

Desde mi punto de vista, considerando que todo lo dicho antes está correcto, aunque no hubo una acción afirmativa real en la dirección del cambio, lo que realmente ha sucedido en los últimos años es acción, determinación y participación de un papel cada vez más activo por parte de la propia mujer, permeando desde el ámbito macro político, en su calidad de votante mayoritaria, contribuyente y mayoritariamente también jefa de familia, hasta los diferentes niveles de actividad económica y social, buscando merecidamente espacios donde rara vez fue invitada a participar.

Pero, como otro elemento de enorme impacto catalizador, a pesar de haber ocurrido buenas acciones por esa causa, algunos ejecutivos de empresas mineras han empezado a ser muy sensibles (y en muchos casos a los directores se les incentiva económicamente por este tipo de metas) a acciones que contribuyan a mejorar la imagen y reputación de las empresas dentro de la sociedad, principalmente tras los graves accidentes con relaves, la importante pérdida de productividad por la caída de las leyes del mineral y la descapitalización de las empresas mineras en beneficio de empresas proveedoras, año tras año.

Si bien existen excepciones y, sin restarle legitimidad a este crecimiento en la participación femenina de manera paulatina y por mérito, se ha dado que, ante la falta de buenas noticias sobre producción y desempeño en las empresas mineras, para mostrar a los accionistas y a la propia sociedad, la demanda por “reputación” puede haber llevado a muchos ejecutivos a explotar al máximo ciertos factores que, en el imaginario de la sociedad, podrían sumar puntos a favor de las empresas mineras, como ha sido el reciente esfuerzo en acciones ambientales y sociales.

Las mujeres mineras poseen hoy el mismo potencial que poseían en el siglo XX, pero, con toda esta visibilidad, en esta verdadera “moda” de usar pautas de identidad para lograr ganancias de reputación en ciertas empresas mineras, aquellas que de repente son promovidas y destacadas recibirán sobre ellas una carga de cobranza mucho mayor de la que recaería sobre hombres, en las mismas condiciones, mas, con certeza podrán demostrar a la empresa y a la sociedad, en un corto período de tiempo, que realmente no necesitaban de ese tipo de “ayuda” para mostrar su valor.

Alexis Yovanovic

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