¿Como automatizar lo que no conocemos?

Grandes proveedores de tecnología en el área mineral ya hablan en automatizar plantas completas, a pesar de presentar un incompleto conocimiento fenomenológico de muchas operaciones unitarias mecánicas de beneficio mineral. Por ejemplo, la actuación del operador en las operaciones de molienda y concentración, como la flotación, es tan imprescindible cuanto la experiencia de un taxista en una ciudad de gran tamaño.

Antes de colocar las operaciones mecánicas de beneficio en “modo automático”, primero es preciso Estudiar, Comprender, Operar, Evaluar, Diagnosticar, Simular, Controlar, Estabilizar y Optimizarlas manualmente. A pesar de haber transcurrido más de 110 años desde las primeras operaciones de molienda y de flotación, estas todavía no están prontas para el control automático, pues carecen – parcial o integralmente – de la autónoma procura natural de equilibrio, de fuerzas impulsoras y de gradiente efectivo, como ocurre con las operaciones de transferencia molecular de masa, de cantidad de movimiento o de calor, comunes en otras actividades industriales, donde la presencia del operador es menos relevante.

Sin esas condiciones de ocurrencia natural autónoma y, sumando los auto disturbios operacionales generados por el propio operador (como cargas circulantes), las tentativas de control tropiezan con verdaderas “cajas negras”, donde no hay relación consistente o confiable entre “input” y “output” y, casi por regla general, raramente es mantenida la Ley de Conservación de Masa entre la entrada y la salida del flujo principal. Partículas de mineral nadan como salmones por el flujo en dirección al concentrado, gastando energía contra una corriente de carga circulante cinco o más veces superior.

MOPE editó dos libros de ingeniería en Brasil (de autoría de Alexis Yovanovic), discutiendo esta situación y desarrollando modelos analógicos que puedan orientar al operador (o eventual sistema de control) para que las partículas de mineral sean forzadas a caminar por el mismo camino que las moléculas por sí solas seguirían o, como en la analogía anterior, por la ruta que un taxista experimentado seguiría para llevar el mineral desde el R.O.M hasta el concentrado final, en un trayecto corto, rápido y económico tanto cuanto posible, dentro de la complicada ciudad representada por la planta.

Esta teoría es el MODELO OPERACIONAL (que da el nombre a nuestra empresa). A partir de esos descubrimientos (leyes matemáticas y principios) fueron desarrolladas nuestras herramientas de simulación y, con ellas, hemos conseguido controlar diversas operaciones unitarias con transferencia de partículas en modo 100% automática.

No hay como automatizar el transporte en una ciudad que no se conoce. MOPE estudia primero el mapa de la ciudad, detecta el camino óptimo y provee un GPS, con algoritmo optimizador, para que incluso un novato pueda movilizarse y, si fuere conveniente (ni siempre es así) poder operar en 100% automático.

El conocimiento profundo del fenómeno es la clave para consolidar la tecnología que tornará la automatización completa de una planta posible, y ese será un paso importante rumbo al futuro de la minería.

MOPE NEWS

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